Pensamientos

Sus ojos se habían perdido en la blancura de la hoja que sostenía frente a ella, tenía tanto sin escribir una línea que tomar la pluma y hacer una marca en el papel parecía sumamente difícil; sin embargo, quería hacerlo... nuevamente tenía ganas de volar, de sonreír y de perderse entre las letras esas que se amontaban en sus pensamientos. Quizás un mes atrás hubiera decidido solo pensarlo y jamás plasmarlo pero ahora todo era diferente, ella era otra y hoy más que nunca era consciente de ello. 

Suspiró y pasó su mano por su mejilla donde una lágrima había corrido la noche anterior, ¿por qué había llorado?, ¿realmente valía la pena? Sí, sí había valido la pena pero no de la manera que podrían imaginarse; había valido la pena porque en esos momentos ella pudo desahogarse después de mucho tiempo, pudo compadecerse de sí misma y reflexionar sobre lo que la lastimaba sin el temor de importunar a nadie más. 

Sus hermanos estaban a su lado sin estarlo, ellos sabían que ella necesitaba estar sola para poder liberarse de la carga que la atormentaba. Realmente lo necesitaba, deseaba poder llorar y dejar que el tiempo calmara los espasmos de su cuerpo, que su mente se reorganizara y poco a poco le diera las respuestas que necesitaba y que de antemano sabía; ya se las habían dicho pero aún no estaba lista para aceptarlas. 

Pero ya nada de eso importaba, tampoco es que tuviera que decirles que tenían razón porque ellos lo sabían y sólo estaban dejando que ella las descubriera y al fin lo había hecho.