Viejo amor.

Su corazón se detuvo al verlo de vuelta, tenía tantos años sin saber de él que ni una lágrima pudo escapar de sus ojos, estaba totalmente anonadada. Su hermano se encontraba a su lado igualmente impactado por aquella fugaz visión; miró a su hermana entendiendo que aquel era un regalo del cual no podía privarla, tenía que correr tras él y pedirle que volviera, incluso un breve saludo significaría la mayo alegría en la vida de ella.
Y así fue, ella irradiaba felicidad aunque sus ojos amenazaban con soltarse a llorar en cuanto él se diera la vuelta y hablara. Él, el amor de su vida, se encontraba acompañado de una jovencita que lo tomaba del brazo y le decía papá, que miraba con admiración a la joven que frente a ellos se encontraba. Una mujer que en el fondo de su ser amaba a  más que a nada en este mundo

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