Take it.

Las palabras resonaban, las preguntas se hacían cada vez más complicadas "¿será díficil o no?, ¿debería guardar silencio? o ¿gritarlo a los cuatro vientos?". El A, B o C no servía para nada, ya lo había intentando elegir y comenzaba a creer que mi respuesta no era una de las anteriores. Debía poner fin a los melancolicos pensamientos, no ayudaban sólo terminaban hundiendome cada vez más.

Uno a uno se clavaba en la mente, uno a uno minaba los deseos. Decepción, invenciones, tristes emociones. Furia, coraje, frustaciones. Debí guardar silencio cuando pude, ahora parecía no haber marcha atrás. El tren avanzaba de prisa y no podía saltar.

Observé mi alrededor, intenté tomar su mano pero la presión con la que me sostenía no era suficiente. No importaba cuantas manos se tendieran, al final el problema era que para mí no eran suficientes, eso creía. Frustrada miré el viejo trozo de papel, lo arruge y guardé en el fondo del bolso mirando al vacio.

El horizonte se veía lejano, sin embargo con cada vuelta de la rueda me acercaba más a él; pero tu quedabas más atrás, miré hacia donde tu estabas... quería correr o incluso volar de nuevo hacia aquel lugar, pero no, no podía, no sabía como, quizás había llegado el momento de intentar arrancarte, de olvidarte. Sabía que estabas bien. Sabía que estarías bien.

Entradas populares