Confusión.

... todo parecía preestablecido, actuaba por costumbre y sin embargo, ya nada era lo mismo. Todos lo sabían. Ella lo sabía, ella lo había presentido en el fondo pero se había dejado nublar porque era más cómodo hacerlo así. Los días avanzaban, la música no dejo de sonar ni un sólo segundo, aquello era una señal. Si en verdad hubiese estado en el precipicio no hubiera soportado ni la primera nota.

Disfrutaba los días a su lado, pero también disfrutaba los que no tenía junto a nadie.  De repente la bomba explotó, un detonación que nadie esperaba, que ella no imaginaba...

Aquello que en algún momento había sido su debilidad se paraba frente a ella y la retaba con ojos traicioneros y entonces desviaba la mirada al cielo. La tierra temblaba bajo sus pies cuando veía nuevas figuras en las nubes, ¿por qué aparecían? No era normal. No estaba bien. Estaba jugando con fuego y se quemaría, no era posible que todo estuviera tan bien.

Por momentos sus pasos eran vacilantes, dolía dar algunos, otros... corría a su encuentro. Nada importaba, ella estaba bien. Pero, como nada es eterno una nota altero el paraíso. Sólo una melodía fue capaz de romper las barreras, de terminar con el hechizo.

Parecía que todo cambiaría, que se desmoronaría y no fue así. Simplemente cambió... no de una manera visible si no más bien tácita. A veces es mejor fingir demencia ante lo obvio, andar con bandera de no saber nada lo hace más interesante. Y sin embargo no por eso dejaba de sentir esa inquietante punzada en su ser, sabía que al evadir lo evidente simplemente lo aplazaba.

Alejar, lastimar... imposible, impensable. Aquello era nada, no significaba algo nuevo. Era una simple confusión, un fantasma del recuerdo acechando el presente.

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