Segmento...

ESCUELA DRACOPOLIS PARA ELEMENTALES.
MAY NEVEU.

- ¡Nicky! - exclamamos al unísono Simon y yo, ella sabía que no tenía que irse. Sin embargo la Sinclair ya se había marchado dejándonos solos entre la multitud que llegaba a la fiesta, todos con ganas de divertirse y observando sorprendidos aquella bienvenida a la misma.

Los brazos de Simon se ciñeron un poco más a mi , mientras sus labios depositaban otro beso en mi hombro. Suspiré y me giré para quedar frente a él. Su mano rozó mi mejilla y le sonreí, era imposible que Simon Jones, un air de tercer nivel, estuviese conmigo y aun así lo estaba.

Aquello era increíble. Mi hermana estaba más que feliz en su relación con Patrick, no podía negarlo mi cuñadito y amigo era un encanto. Por otra parte, pese a que el odioso y complicado de mi hermano atormentaba la vida de Nicky, también todo mejoraba inclusive para ella.

Suspiré. Mi hermano era de los chicos más complicados, yo misma no sabía como controlarlo, era un grave problema cuando los tres Neveu nos peleábamos -cosa que no ocurría a menudo, para suerte del mundo-. Simon malentendió aquella exhalación, pues en seguida me llevo a los jardines donde no había nadie, era obvio que pensaba que me estaba engentando.

- Mira esto... - murmuró Simon en mi oído al tiempo que cerraba los ojos. Se estaba concentrando. De repente, seis hadas de aire aparecieron rodeándonos; aquellas criaturillas bailaban, jugueteaban con las luciérnagas propias que había en el jardín. Era algo mágico.

-¡Oh! - fue lo único que pude exclamar, aquello era fascinante. Era nuestro elemento manejado al antojo del Jones, mejor aun... Simon estaba adquiriendo una mayor habilidad a la hora de interrelacionarlo con los demás. Las luciérnagas eran la prueba.

- ¿Te gusta? - preguntó mi novio que había abierto los ojos y me miraba expectante. Sus labios rozaron mi mejilla, una sonrisa se extendió por mi rostro.

- Si - fue todo lo que fui capaz de responder. Estaba más que embobada con sus creaciones. No pude resistirme y lleve mis brazos hasta sus hombros para enroscarlos por detrás de su cuello - me encanta.

No podía evitarlo, gire mi mano y una suave brisa movió las hojas de los árboles, mientras que otras tantas volaron hasta las hadas de aire que las tomaron y jugaban también con ellas. Simón rió. Sin embargo, de repente todo cambio y las hadas desaparecieron, me apretó contra su cuerpo... protegiéndome de algo que pese a sentirme vigilada no podía divisar.

-¡May! - gritó él y una ráfaga de aire  evito que algo nos golpeara, pero era tarde algo más nos había atacado, lo primero había sido una simple distracción. Todo se volvió negro de un momento a otro... lo último que sentí fueron las manos flojas de mi novio soltándome, él también estaba en peligro.


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Escrito basado en la novela de Lina Maria Velandia.
Amiga... espero te guste, la novela es tuya. Gracias por el personaje que creaste sobre mí, me encanta y fue por eso que termine escribiendo este pequeño fragmento.

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