Inconclusa...

- Vamos Kate, muevete rápido... ya nos vamos.

- Adam se preocupara y nos buscará, no puedes tener todo lo que quieras James.

-¿No? - inquirió sarcásticamente aquel elegante hombre- yo creo que sí.

- Mami, ¿por qué lloras? - preguntó la pequeña Caroline poniéndose de pie sobre el marco de la ventana y pasando sus manitas alrededor del cuello de su madre.

- Nada linda, ven acá - respondió la mujer abrazándola con fuerza.

- No te pongas tan dramática, Caroline se puede ir con nosotros - soltó James algo furioso.

- No, James, dejála...

- Bien, pero tú te irás de buena gana conmigo ¡Deja ya la nota! - dijo muy serio y con ira en su voz. La tomo del brazo arrastrándola a ella y a Caroline hasta una mesilla.

Kate lo miró espantada sosteniendo a su hija con un solo brazo y apretándola contra su pecho. Él, tomó una pequeña hoja de papel, de esas que se ocupan para dejar mensajes telefónicos y se la aventó a Kate quien la tomo del suelo. Con gracilidad James sacó una pluma del bolsillo de su chaqueta y se la tendió con "amabilidad".

- Escribe - ordenó y comenzó a dictarle una corta frase.
Adam, no me busques... si lo haces me llevaré a la niña. Kate.
- Ahora vamonos - añadió James haciendo que Kate dejara a la niña sobre la alfombra. Las lágrimas de la mujer resbalaban sobre sus rosadas mejillas mojando las de su pequeña mientras dejaba una estela de besos sobre toda su carita.

- Mi niña, espera a papá dile que lo quiero... que te cuide, no le abras a nadie ¡Espera a papá! no debe tardar - le susurró al oido antes de que aquel hombre la jalará del brazo.

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