¿Final?
¿Todo terminó? ¿Es en serio?... No quiero pensarlo, no quiero creerlo... es más ni siquiera puedo imaginarlo. ¿Tan rápido todo se acabó?, No, díganme que no es así... díganme que seguramente ando soñando y que mañana despertaré con las prisas de que seguramente tengo tarea de biología, la cual no imprimí a falta de tinta... díganme que mañana no importa si llegaré tarde, dado que lo más probable es que mi profesor llegue después que yo, por favor... alguien dígalo.
... nadie me lo dice, nadie me despierta, debe ser porque no estoy soñando... porque, en verdad, todo se acabo, pero... ¿por qué me siento así? ¿Por qué se apodera de mí una sensación de incertidumbre?... de vació. Es como si necesitara tomar bocanadas grandes de aire porque simplemente éste no sacia mis pulmones. Quiero gritar y callar, llorar y reír, quiero abrazarlos y despedirme. No puedo tener todo a la vez, pido demasiado.
¡Rayos! No quiero estar así, quiero sentir esa alegría que se que esta en algún lugar de mi ser aguardando a que me digne a mirarla, pero simplemente no puedo; no puedo tomarla cuando sé que si la tomo de prisa perderé a tantas personas importantes, creo yo, no quiero que todo cambie tan deprisa... necesito que el cambio sea paulatino, no de golpe.
¿Por qué nunca me advirtieron que era así como se sentía? ¿Cómo es que nadie mayor se le ocurrió decirme cómo se sintió cuando una fecha tan importante llegó? Quiero volar, pero también quiero nadar, quiero correr pero necesito observar el paisaje a paso lento; quiero avanzar pero no olvidar a los que están atrás. Sé que no las olvidaré, pero soy presa del miedo que inunda mi mente preguntando si ellas me olvidarán a mi, necesito creer que no lo harán.
Magnificas situaciones aguardan, otras tantas que seguramente querré borrar de mi memoria pero me da miedo, miedo de equivocarme, fracasar, de no poder mirar al frente y simplemente darle la bienvenida a lo que venga. Tengo pánico a que los recuerdos se nublen, que mi memoria flaquee en un momento de suma importancia... pero me aterra más aun, perderlos... no saber de ustedes; enfrascarnos en un nuevo mundo donde poco a poco nos vayamos relegando, no quiero.
Me has dicho que todo estará bien, que pase lo que pase todo seguirá igual que nada podrá separarnos, eso es de tu parte… pero yo ahora dudo muchas cosas y me pregunto aun más: ¿Qué es lo que pasará?, ¿Y… cuándo llegué el final, final… qué va a ser? ¿No me estoy equivocando?... sé que no, intento creer que no.
Alguien más ha hablado, se ha detenido a escuchar mis temores… a hacerme reír, que me hace ver que estoy exagerando… que todo estará bien, que no debo porque asustarme que no importa lo que venga que tendré a mis estrellas.
Las dedicatorias son muchas, en realidad por el simple hecho de que lo estes leyendo va para ti... pero hay tres que no quisiera dejar pasar, porque son ellos los que ahorita estan presentes los que hicieron que el final de este escrito no fuera triste, si no lleno de esperanza: Fernando V., R. Miranda... y Eduardo F.
Gracias chicos...
... nadie me lo dice, nadie me despierta, debe ser porque no estoy soñando... porque, en verdad, todo se acabo, pero... ¿por qué me siento así? ¿Por qué se apodera de mí una sensación de incertidumbre?... de vació. Es como si necesitara tomar bocanadas grandes de aire porque simplemente éste no sacia mis pulmones. Quiero gritar y callar, llorar y reír, quiero abrazarlos y despedirme. No puedo tener todo a la vez, pido demasiado.
¡Rayos! No quiero estar así, quiero sentir esa alegría que se que esta en algún lugar de mi ser aguardando a que me digne a mirarla, pero simplemente no puedo; no puedo tomarla cuando sé que si la tomo de prisa perderé a tantas personas importantes, creo yo, no quiero que todo cambie tan deprisa... necesito que el cambio sea paulatino, no de golpe.
¿Por qué nunca me advirtieron que era así como se sentía? ¿Cómo es que nadie mayor se le ocurrió decirme cómo se sintió cuando una fecha tan importante llegó? Quiero volar, pero también quiero nadar, quiero correr pero necesito observar el paisaje a paso lento; quiero avanzar pero no olvidar a los que están atrás. Sé que no las olvidaré, pero soy presa del miedo que inunda mi mente preguntando si ellas me olvidarán a mi, necesito creer que no lo harán.
Magnificas situaciones aguardan, otras tantas que seguramente querré borrar de mi memoria pero me da miedo, miedo de equivocarme, fracasar, de no poder mirar al frente y simplemente darle la bienvenida a lo que venga. Tengo pánico a que los recuerdos se nublen, que mi memoria flaquee en un momento de suma importancia... pero me aterra más aun, perderlos... no saber de ustedes; enfrascarnos en un nuevo mundo donde poco a poco nos vayamos relegando, no quiero.
Me has dicho que todo estará bien, que pase lo que pase todo seguirá igual que nada podrá separarnos, eso es de tu parte… pero yo ahora dudo muchas cosas y me pregunto aun más: ¿Qué es lo que pasará?, ¿Y… cuándo llegué el final, final… qué va a ser? ¿No me estoy equivocando?... sé que no, intento creer que no.
Alguien más ha hablado, se ha detenido a escuchar mis temores… a hacerme reír, que me hace ver que estoy exagerando… que todo estará bien, que no debo porque asustarme que no importa lo que venga que tendré a mis estrellas.
Las dedicatorias son muchas, en realidad por el simple hecho de que lo estes leyendo va para ti... pero hay tres que no quisiera dejar pasar, porque son ellos los que ahorita estan presentes los que hicieron que el final de este escrito no fuera triste, si no lleno de esperanza: Fernando V., R. Miranda... y Eduardo F.
Gracias chicos...
