¿Inspiración?

¿Quería inspiración? Pues la tuve!!! y no la inspiración común y corriente como la que generalmente llega a mi mente inundando con torrentes de energía pura y bellas palabras todo aquello que llego a pensar. No, esta vez llego de sopetón cual tsunami en una isla llena de frutos bellos... molesto, extremoso, desastroso...

Este tipo de inspiración es el que no me gusta, me pone de malas...¿por qué?, sencillo, porque entre más busco como desahogarme: escribiendo, leyendo, bailando, cantando... imaginando mi castillo de cristal, más intenso se vuelve... como el dinero que se va de nuestras manos y va a parar a los bolsillos del gobierno, que aunque por todos los medios pretendes que se quede contigo es inútil y sigue llenando aquellos bolsillos. Pero llega al cierto punto en que todo se vuelve inestable, interminable... sofocante.


No les diré lo que me ha pasado, ya es demasiado con que mi pobre cabeza lo tenga presente como para que los moleste con ello. Además que si lo hago terminare aporreando el teclado, y mi computadora es casi sagrada para mi.... Sin embargo, les puedo decir que esta emoción provoca una opresión en mi pecho increíble, que por más que trato de desahogarme escribiendo al ritmo de mis pensamientos no desaparece.


... quiero correr, quiero gritar, quiero llorar... hacer berrinche cual niña pequeña. Quiero que mis amigas estén conmigo y que me digan que todo va bien, pero al mismo tiempo quiero estar cual cangrejo ermitaño para que nadie vea como estoy, no es una sensación agradable.


En este momento siento como si hubieran pisoteado el castillo de cristal que con tanto esmero cree para deleitarme con el. Aquel castillo que pensaría sería invencible... y ahora se rompe cual castillo de arena se desmorona ante una ola... Lo patético del asunto no es que se rompa, sabía que tarde o temprano sucedería, no, lo patético de esto es que se haya desmoronado con una sola ola y no una grande.
(Respira, traquila) Si, y aqui me tienen escribiendo burdamente todos mis pensamientos en menos de diez minutos, siendo que pensaba seguir con la entrada anterior. Perdona Quetzi, prometo seguirle...

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