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Una delgada cortina de humo se encarga de nublar los sentidos que durante un tiempo decidí exaltar mas de lo necesario. Ahora el letargo resulta ser el deseo imposible y se extiende hasta esperar que la capa se condense pero, que problema cuando me percato de que mi anestésico es un alucinógeno, peor aun... No se si la ilusión es real.

Las imagines que propicie esconden más de lo que, incluso yo, llegue a imaginar. Sonrió al recordar tu nombre, aunque en realidad no te conozco. Me da miedo conocerte y caer dentro del abismo conocido.

Existen diferentes limitantes, de las cuales, muchas me las he impuesto pues son la muralla que protegerá de cualquier mal: esbozo complicado, trazar un fuerte como el antiguo Campeche es contradecir mis propios sentidos.

Sin embargo, la muralla ergida no es más que una confirmación de lo sabido, una pésima confirmación... Pues uno pensando que al fin había escapado de los monstruos, sirenas y hadas cae en la cuenta de que siguen ahí... Detrás de las nubes y estrellas.

Al fin y al cabo sólo son visibles cuando el cansancio es tanto que los brazos de Morfeo te abrazan con fiero deseo...