...
- ¿Qué rayos haces aqui? - pregunté en cuanto vi a mi mejor amigo plantado frente a la puerta de mi casa - vete de aqui Javier, no quiero hablar contigo...
- Sabes que no me iré, así que abre la puerta, tenemos que hablar - contestó firmemente mientras me quitaba las llaves de las manos con las cuales yo jugueteaba nerviosamente.
- No se de que quieres hablar...
- Lo sabes, te peleaste con Alexi por lo que pasó con él; ¿verdad? - respondió mientras abría la puerta de mi casa y me incitaba a entrar, aunque yo me debatía por quedarme a fuera. Era menos probable que me pusiera a gritar si estaba en vía pública que en el interior de la casa.
No respondí ante su afirmación, pero mis labios se tensaron instantaneamente. ¿Por qué tenía que recordarme la escena con ella?. Javier esbozó una sonrisa burlona mientras dejaba sus cosas en el recibidor, conocía mi casa mejor que su cuarto.
- Tam, ¿eres tu hija? - preguntó mi madre al final del corredor saliendo con un jitomate en la mano - Hola, Javier te quedarás a cenar ¿verdad hijo? - dijo aunque no espero que él le respondiera y se alistaba para salir a comprar lo que le hacia falta.
- ¿Quieres que vaya por algo? - pregunté intentando salirme de la casa por cualquier medio.
- No, quedate y ponganse a hacer la tarea... voy al mercado.
Suspiré y Javier me miró, no era buena que yo suspirara por lo que decidió caminar hasta la sala conmigo pisándole los talones, no porque fuera a hacer el algo malo sino más bien para hacer que se fuera de mi casa, ya encontraría yo una buena excusa para disculparlo con mi madre.
- ¿Qué te hizo? - preguntó de repente cuando se hubo sentado, sosteniendo un cojín con una de sus manos listo para aventarmelo si empezaba a soltarlo todo muy rápido.
Lo miré fijamente, decidiendo fingir inocencia y que nada sabía. Me encogí de hombros y me senté en el sofa continuo al de él.
- ¿Qué me hizo quien? ¿Lexy?
- No seas tonta, sabes que no me refiero a ella sino a él - dijo observando todos mis movimientos por lo que decidí morderme la lengua para no responder - Te lo advertí, te dije que él la miraba de otra manera, pero no... ¡tenías que confiar ciegamente en él!
- ¡Para ya, Javier! ¿qué no ves que aun estoy molesta?
- ¡Y triste también!... eso es lo que me molesta, que te deprimas por él! - dijo mientras me tomaba de la cara para mirarlo fijamente pues yo trataba de ocultar mis ojos... eran tan transparentes y él sabía leerlos tan bien que hasta lograba saber cuando me había pasado las respuestas de un examen con mis amigas.
- ¡No quiero saber ya nada!... por favor - añadí con tono suplicante mientras cerraba los ojos.
- Deberías saber que yo siempre estoy contigo... - susurró el antes de darme un beso en la frente.
---
Off rol: Ja! me siento en el foro, pero bueno... a ver Quetzi y Jes, ahí tienen lo que sigue... ya veré como le sigo. Li!!! ahi tienes otra partecita de mis locas narraciones (No preguntes de donde vienen, yo creo que es porque no tengo tiempo de hacer un rol decente xD)
- Sabes que no me iré, así que abre la puerta, tenemos que hablar - contestó firmemente mientras me quitaba las llaves de las manos con las cuales yo jugueteaba nerviosamente.
- No se de que quieres hablar...
- Lo sabes, te peleaste con Alexi por lo que pasó con él; ¿verdad? - respondió mientras abría la puerta de mi casa y me incitaba a entrar, aunque yo me debatía por quedarme a fuera. Era menos probable que me pusiera a gritar si estaba en vía pública que en el interior de la casa.
No respondí ante su afirmación, pero mis labios se tensaron instantaneamente. ¿Por qué tenía que recordarme la escena con ella?. Javier esbozó una sonrisa burlona mientras dejaba sus cosas en el recibidor, conocía mi casa mejor que su cuarto.
- Tam, ¿eres tu hija? - preguntó mi madre al final del corredor saliendo con un jitomate en la mano - Hola, Javier te quedarás a cenar ¿verdad hijo? - dijo aunque no espero que él le respondiera y se alistaba para salir a comprar lo que le hacia falta.
- ¿Quieres que vaya por algo? - pregunté intentando salirme de la casa por cualquier medio.
- No, quedate y ponganse a hacer la tarea... voy al mercado.
Suspiré y Javier me miró, no era buena que yo suspirara por lo que decidió caminar hasta la sala conmigo pisándole los talones, no porque fuera a hacer el algo malo sino más bien para hacer que se fuera de mi casa, ya encontraría yo una buena excusa para disculparlo con mi madre.
- ¿Qué te hizo? - preguntó de repente cuando se hubo sentado, sosteniendo un cojín con una de sus manos listo para aventarmelo si empezaba a soltarlo todo muy rápido.
Lo miré fijamente, decidiendo fingir inocencia y que nada sabía. Me encogí de hombros y me senté en el sofa continuo al de él.
- ¿Qué me hizo quien? ¿Lexy?
- No seas tonta, sabes que no me refiero a ella sino a él - dijo observando todos mis movimientos por lo que decidí morderme la lengua para no responder - Te lo advertí, te dije que él la miraba de otra manera, pero no... ¡tenías que confiar ciegamente en él!
- ¡Para ya, Javier! ¿qué no ves que aun estoy molesta?
- ¡Y triste también!... eso es lo que me molesta, que te deprimas por él! - dijo mientras me tomaba de la cara para mirarlo fijamente pues yo trataba de ocultar mis ojos... eran tan transparentes y él sabía leerlos tan bien que hasta lograba saber cuando me había pasado las respuestas de un examen con mis amigas.
- ¡No quiero saber ya nada!... por favor - añadí con tono suplicante mientras cerraba los ojos.
- Deberías saber que yo siempre estoy contigo... - susurró el antes de darme un beso en la frente.
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Off rol: Ja! me siento en el foro, pero bueno... a ver Quetzi y Jes, ahí tienen lo que sigue... ya veré como le sigo. Li!!! ahi tienes otra partecita de mis locas narraciones (No preguntes de donde vienen, yo creo que es porque no tengo tiempo de hacer un rol decente xD)
